miércoles, 23 de mayo de 2007

seguimos con canciones. canciones que son para susurrarlas al oído

nunca lo sabrás ...

No sé si te encontraré algún día. A veces tengo esperanzas. Otras veces, se me pierden. Pero de lo que sí estoy seguro, es de que existes. Estas físicamente en algún lugar. Y es cuestión de tiempo. Pero sé que existes. Por que te siento en mi interior. Sé cómo y cuánto te amaría. Se cómo te mimaría, cómo viviría la vida contigo, cómo la compartiría, cómo te miraría a los ojos con una sonrisa, sin necesidad de hablar. Sé cómo te susurraría al oído las tardes lluviosas y grises. Sé cómo despertaría las mañanas soleadas poniendo música y bailando sobre la cama. Sé cómo miraría cada noche el cielo sabiendo que bajo ese universo seremos capaces de engendrar un hijo. Todo eso lo sé, lo siento. Sin haberte conocido aún. Sin haber cruzado una mirada furtiva contigo mientras cruzamos un paso de cebra. No se dónde estas. No se si lo sabes. Lo que no sabes, es cuanto te quiero. También lo cantó Nina Simone.

no hace falta tener más que lo verdaderamente necesario: a uno mismo

Cada vez vivimos más presionados.Vivienda, hipotecas, fracasos sentimentales, exigencia de resultados profesionales y económicos para obtener un reconocimiento social que al final acabamos creyéndolo nosotros mismos. Acabamos creyendo que somos lo que ganamos, lo que vestimos, lo que conducimos, lo que aparentamos, lo que compramos, lo que veraneamos,...queremos ser lo que los demás envidiarían ser. Lo que nosotros envidiaríamos que otros fuesen. Y acabamos perdiéndonos a nosotros mismos. Lo único que verdaderamente tenemos. Cada vez estamos más solos. Por eso, en esta sociedad, en estas reglas de juego que contribuimos a mantener, ya no se puede tolerar el fracasar en algo, en el trabajo, en las amistades, en el físico, en el amor, en el matrimonio, ..hablamos de todo en términos empresariales: "plan" de vida, "proyecto" de futuro, "invertir" en la relación, "estrategia" sentimental,...Y por eso, cuando irremediablemente llega el fracaso, nos sentimos más frustados y más solos que ninguna otra generación anterior. Porque hemos olvidado que lo único que verdaderamente tenemos de valor, y por lo que debemos valorarnos y querernos, es a nosotros mismos, tan perfectos como imperfectos. Tenemos en nosotros, en nuestro interior, todo lo que necesitamos para ser humanos, sin tener que ser pobres autómatas infelices en busca de una felicidad a través del reconocimiento externo. Nos tenemos a nosotros mismos, y aprender a valorar eso es un triunfo mayor que tener una mansión (claro que lo que tampoco hay derecho es que ni siquiera se tenga opción de acceder a una vivienda digna, pero otro día hablaremos de eso. Mientras tanto, hay que ver como la hijita de papa Bono es parejita feliz del niño de Raphael. Hijos de nuevos ricos que jamás sabrán cómo sus papas hicieron tanto dinero que les permite a ellos ser guays),en fin, como decía, valorarnos por lo que somos sin adornos, sin necesitar tener un cochazo, una carrera profesional exitosa y una figura ideal. Ya lo cantaba Nina Simone